Remco Evenepoel completa inédito doblete ruta-contrarreloj en París 2024

El ciclista belga Remco Evenepoel, quien hasta los 17 años jugaba fútbol para los seleccionados juveniles de su país, hizo historia el sábado al convertirse en el primer corredor que barre la carrera de ruta y la contrarreloj en unos Juegos Olímpicos.

Evenepoel se coronó campeón olímpico de ruta tras un inédito y extenuante recorrido de 273 kilómetros por las entrañas de París y sus alrededores.

Tras haber finalizado 49no en Tokio hace cuatro años, Evenepoel ejecutó un cierre demoledor a falta de 38 kilómetros y sacó tal ventaja sobre sus rivales que ni la pinchadura de una rueda que lo obligó a cambiar de bicicleta a menos de cuatro kilómetros para el final le impidió la victoria.

El ciclista, que de niño se inclinó por el fútbol y llegó hasta la selección Sub17 de Bélgica, traspasó la meta con un tiempo de seis horas, 19 minutos y 34 segundos. Luego acomodó la bicicleta y levantó los brazos en la explanada de Trocadero, con la imponente Torre Eiffel a sus espaldas.

En unos Juegos diseñados para que el deporte se mimetice con cada uno de los monumentos más simbólicos de la Ciudad Luz, el ciclismo de ruta llevó al extremo esa pretensión con el circuito más largo para esta prueba en la historia de los Juegos.

Los franceses Valentin Madouas y Christophe Laporte también se subieron al podio. Fueron las primeras preseas de Francia en la carrera olímpica de ruta en 68 años.

También en Trocadero tuvo lugar el comienzo neutral de la carrera a las 11 de la mañana local y casi diez minutos después el reloj empezó a correr a la altura de la pirámide del museo Louvre.

A partir de los seis kilómetros de competencia, cinco ciclistas de Mauritania, Tailandia, Uganda, Ruanda y Marruecos se fugaron del resto del pelotón en uno recorrido zigzagueante por las calles céntricas parisinas antes miles de espectadores detrás de las vallas.

El Palacio de Versalles fue la puerta de entrada a los coloridos suburbios Bougival, Beynes, Montigny-le-Bretonneux y Auffargis, entre castillos y campos de cultivo. A 100 kilómetros para el final, empezó el tramo más duro de la carrera con subidas en las que se acortaron las distancias entre líderes y perseguidores.

Con la vuelta a París, llegó la hora de la definición.

Sobre las calles empedradas de Montmartre, Evenepoel ejecutó el sprint final que lo llevaría a lo más alto del podio.

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